La elección de la caña.
A la hora de adquirir una caña es fundamental tener
presente, que esta se convertirá en la extensión de nuestro brazo, por lo que habrá
que buscar la vara que mejor encaje con nuestra complexión.
En el mercado existen diversas cañas especialmente
fabricadas para el surf-casting y que cuentan, por tanto, con características específicas
para la práctica de esta modalidad.
Material.
En la elección de la caña apropiada para el surf-casting, lo
primero es decidir de que material se requiere que este fabricada. Sin lugar a
dudas, las principales opciones a barajar son: el carbono y la fibra de
vidrio.
En mi opinión, el carbono es la mejor alternativa, puesto
que la utilización de este elemento permite producir cañas muy ligeras, y por
tanto, fáciles de lanzar. A demás, en nuestros días este material se suele
fusionar con titanio y kevlar, de lo que resultan autenticas joyas de alta tecnología
que son un lujazo para quien las maneja.
Por otra parte, el carbono también permite una recuperación más
rápida que la fibra de vidrio, lo que redundara sin dudas en la calidad del
lance.
El inconveniente que presenta este material no es otro que
el de su coste, algo mas elevado que el de la fibra de vidrio.
Longitud.
Para practicar esta modalidad buscamos, por supuesto, una
caña larga, siendo una medida optima los 4´5 m.
Retomando lo dicho al inicio, la caña deberá adecuarse a
quien la va a utilizar, de manera que para determinar la longitud ideal, habrá
que atender a la estatura del pescador, pues es muy importante que resulte cómoda
para lanzar.
No obstante, esa comodidad quedara suspendida –si queremos
obtener algún resultado en esta pesca- a la necesidad de que el lance alcance
la línea posterior del rompiente de las olas.
Otro punto que hay que observar es el lugar desde donde
vamos a desarrollar la acción de pesca. Si lo hacemos desde la orilla de la
playa, lo mas aconsejable es usa cañas largas y potentes –de unos 3`80 a 4´20
m., con una acción de 8 a 10- con las que se supera la línea de la rompiente.
En cambio, si pescamos desde acantilados o rompientes, conviene que sean mas
cortas, a fin de facilitar la maniobra de lanzamiento desde nuestro puesto de
pesca en las salientes de las piedras.
Una de las mayores dudas aparece cuando tenemos que decidir
el número de tramos: ¿dos o tres? Las cañas de dos tramos han irrumpido con
fuerza en el mercado comiéndoles algo de terreno a las de 3, aun que yo no
entiendo muy bien el porque. Desde mi punto de vista, las mejores siguen siendo
las de 3 tramos, ya que son más cómodas de transportar. ¿Habéis intentado
alguna vez guardar una caña de dos tramos desmontada de aproximadamente 2 m,
cada uno en un coche?...
En este punto de la elección se plantea una nueva pregunta:
¿caña telescópica o “enchufadle”? Ambas opciones son, en cuanto a condiciones mecánicas,
muy similares, y permiten lances análogos, siempre y cuando estén hechas del
mismo tipo de carbono y posean la misma acción y longitud.
Acción:
El tipo de caña mas utilizado en nuestro país es la que mide
4`5 metros de largo con acción de 100-200 gramos. Esto se debe a que es el
modelo más versátil y el que mejor se adapta a cualquier condición de pesca.
Debemos decantarnos por algunas de las siguientes clases de acción:
Acción de punta: es aquella en la que trabaja solo la parte
final de la caña, es decir, la punta. Este tipo de acción exige una reacción
muy rápida, lo que supone un clavado inmediato y preciso. Resulta adecuada para
lances muy largos y para pescadores que cuentan con una técnica depurada capaz
de lograr un buen rendimiento de la caña.
Acción semi-parabolica o semirrígida: Es adecuada para
cualquier distancia de lance.
Acción parabólica: es aquella que permite que la vara
trabaje en toda su longitud. Posibilita lanzar plomos de pequeño tamaño a
distancias más que aceptables. Precisa que el pescador actué con cierta
anticipación con respecto a la picada, puesto que presenta un cierto retraso en
el clavado. Es una acción idónea para distancias medias, ya que requiere un mínimo
esfuerzo para lanzar. Por todo, es sin duda el tipo mas adecuado para
pescadores noveles.
No obstante, hay que reiterar que cada pescador deberá tener
en cuenta sus propias características físicas, pues son las que en última
instancia determinaran la elección.
Potencia:
Si hay algo que destaca en el surf-casting es la
potencia que se requiere para su desarrollo.
Está claro que en la pesca de mar, dadas sus características
y debido a los pesos que alcanzan las especies que se pueden capturar, es
necesario contar con materiales muy resistentes y de gran durabilidad. Así, las
cañas han de ser muy fuertes para soportar los grandes pesos que en muchas
ocasiones tendremos la oportunidad de levantar.
Anillado
Actualmente, en el mercado se da una tendencia hacia las
anillas “monopuente” o “globo” y hacia las de cerámica SIC, también conocidas
como de rozamiento “0”.
Es conveniente que sean de gran tamaño, a fin de facilitar
el paso del hilo sin ofrecer ningún tipo de resistencia.
Anillado
Actualmente, en el mercado se da una tendencia hacia las
anillas “monopuente” o “globo” y hacia las de cerámica SIC, también conocidas
como de rozamiento “0”.
Es conveniente que sean de gran tamaño, a fin de facilitar
el paso del hilo sin ofrecer ningún tipo de resistencia.
Un importantísimo punto final al que hay que atender en este proceso de
búsqueda de la caña ideal para surf-casting es la especie que vayamos a
capturar, pues en función de sus características deberemos priorizar la
potencia –si es el caso de piezas grandes, que oponen mucha resistencia- o la
flexibilidad –si se trata de especies de menor tamaño y picadas menos perceptibles-.
De cualquier forma, siempre es recomendable armarnos con varias cañas
para acudir a nuestro puesto de pesca; dos es un número apropiado si tenemos en
cuenta que hay que vigilarlas y desplazarse con ellas.
By Daniel Alburquerque Frade
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