Cuando pescamos los calamares, sobre todo en los inicios, nos surgen dudas sobre qué aparejo montar. Cuál es más efectivo o el que menos problemas nos va a dar. Como todo es cuestión de gustos, aunque hay algunos que están más extendidos.
Las ventajas de la caña: más cómoda, más rápida en recogida, menos enredos
(el sedal está en el carrete y no por el suelo), el carrete trabaja por
nosotros para ceder hilo cuando sea necesario, más movimiento al aparejo por el
bamboleo del barco y la longitud de la caña (cuanto más larga, más movimiento).
Como contras el precio del equipo, que además el carrete sufre bastante con
esta pesca. Mucha recogida, siempre con peso.
En caso de usar línea de mano recomendamos un diámetro de al menos 0,70. Más
puede ser excesivo al ofrecer demasiada resistencia al agua. Y menos provocará
cortes en las manos con piezas grandes, además de líos más complicados de
deshacer.
El hilo estará enrollado en un plegador, hay diferentes tipos en el mercado,
plásticos, de corcho, planos o circulares... Al final de la línea madre, con un
giratorio, montaremos el aparejo.
Las ventajas son lo económico y que no ocupa nada. Además en nuestra
opinión, trabajando la línea con la mano es algo más efectiva en cuanto a la
acción de pesca, y se siente más la lucha con la pieza. Los contras son: más
enredos, al estar la línea sobre el suelo al recoger. Necesidad de trabajarla
constantemente. Más lenta al subir la pieza, y hay que tener "más
mano" soltando hilo cuando sea necesario.
Cualquiera de las dos es efectiva, e incluso podemos llevar diferentes
líneas, una con caña y otra a mano.
Otro factor a tener en cuenta es si vamos a usar potera o no. Ésta elección
nos condiciona en el resto del montaje. La potera es en ocasiones más efectiva
incluso que los peces o "pajaritos"
Cuando la usemos sustituirá al plomo. Hará la función del mismo. Debemos
tener en cuenta que ofrece algo más de vela, si hay corriente o derivamos, que
un plomo liso, por la corona de pinchos. Por eso quizá debamos usar un poco más
de peso.
Otro factor a tener en cuenta con la potera es el riesgo de enganches en el
fondo. Al tener la corona es más sencillo que se clave o enroque en el fondo,
con la consiguiente pérdida de la misma o por lo menos ese peligro.
Si es con plomo, podremos hacer los mismos montajes que con potera (aunque
el plomo no pescará) y a mayores nos da la posibilidad de usar alguno con un
señuelo después del plomo. O incluso usar plomo corrido. Consiste en un plomo
agujereado, que hará tope con un giratorio, y después de éste un señuelo.
Podremos lanzar y dejar caer el plomo al fondo. La línea correrá por el plomo,
dándole línea al pajarito, una vez llevado al fondo empezamos a recoger. Con
esto conseguiremos una cacea y que nuestro cebo venga trabajando desde
diferentes profundidades. Es especialmente efectiva con corriente, y para
pescar más distancia, no sólo bajo la embarcación.
¿Cuánto plomo usar? La pregunta que siempre nos hacemos. En parte es cuestión de gustos, aunque viene condicionado por varios factores, como son: La corriente, la deriva o abatimiento y la profundidad.
En condiciones de calma, podemos usar la regla de 1gr por cada metro. En 50m de fondo un plomo de 50gr. Si vemos que tarda mucho en llegar al fondo, y queremos menos tiempo, pues aumentamos el peso. Con 70gr iría perfectamente. Además, debemos controlar la línea, si forma mucho ángulo, es decir, si no cae vertical, y cada vez se aleja más de esa verticalidad, debemos aumentar el peso. Como mínimo hasta que veamos que una vez que llega al fondo, al fijarlo, no se va levantando el solo. Podremos llegar a 100-130gr perfectamente. Cuanto más plomo, menos sensibilidad a la picada de los calamares pequeños.
Personalmente me gusta pescar con el mínimo plomo posible. Aunque conozco pescadores que como norma general no bajan de los 100gr, aunque estén en 30m de fondo y sin corriente.
Vamos a ver los diferentes tipos de montajes en gráficos, con sus pros y contras:
Montaje con los pajaritos por el ojal:
Este aparejo consiste en no atar los señuelos, si no pasar la línea por el ojal y que se muevan libremente. En el extremo de la línea podemos poner un plomo o una potera. Nos decantamos por el plomo cuando vamos a la deriva con diferencias de profundidades y no estamos atendiendo constantemente ese aparejo. Limitaremos el movimiento del señuelo con giratorios, uno por encima y otro por debajo, a la distancia que consideremos. En nuestro caso sobre medio metro. Es muy cómodo porque no tenemos apenas líos. Como contra, el movimiento no es tan natural. Al hacer tope con los giratorios hace ruido, aunque no pensamos que afecte en la pesca (ni para bien ni para mal).
El único problema que le vemos es que a veces se lía un poco el hilo con el
plomo. Para evitarlo en la medida de lo posible, no dejaremos caer el aparejo
en vertical, si no que lo lanzaremos un poco. Los mayores problemas se dan si
no hay corriente. La longitud de la derivación a nuestro gusto. Personalmente
bastante corta, sobre un metro.
Podemos hacer una variación en este aparejo, añadiéndole antes del plomo
otro señuelo (o más), ya sea fijado en el ojal como en el montaje anterior, o
como vamos a explicar en el que ponemos a continuación.
Montaje con plomo o potera y derivaciones
Este montaje es parecido al que mostramos al principio, pero en vez de pasar
la línea por el ojal de los "pajaritos", lo que haremos será fijarlos
con una derivación. Lo podemos hacer mediante un emerillón triple, mediante
nudo directamente, o mediante una perlita de las usadas en surfcasting.
Una de las claves es que la derivación sea pequeña. Cuanto más pequeña menos necesidad de tirones o movimientos para que trabaje. El emerillón, cuanto más pequeño mejor, para evitar que se líe la derivación con el mismo. Sin salientes ni rebarbas.
Si lo hacemos mediante un nudo, nos evitaremos algunos líos, aunque es más sencillo que se torsione. Eso sí, el montaje se ve más fino, más natural.
Con las perlitas podemos hacer un montaje similar al primero, poniendo como topes de movimiento de la perlita por la línea unos giratorios. Le da total libertad de trabajo al señuelo y hay pocos líos.
Como el anterior, con el señuelo después del plomo, es un montaje muy efectivo.
Básicamente estos son los montajes que se utilizarán en la pesca del calamar. Hay más, tantos como variaciones queramos. Con diferentes señuelos, poteras... aunque podemos asegurar que con los descritos, en un punto con calamares, los pescaremos.
Para tratar el tema de las poteras y pajaritos de una forma más extensa, en cuanto a tamaños y colores, tenemos este otro artículo:
señuelos para el calamar: poteras y peces o "pajaritos"
Aquí podemo ver un pequeño video subacuático de cómo se comportan en el agua. En la primera parte vemos el aparejo montado con la línea por el ojal. En la segunda es el plomo con el pajarito después, y otro con una derivación con emerillón. En el segundo los señuelos gozan de más libertad, en el primero están más fijos. Los dos son efectivos.
Texto y fotogracias: Todopescagalicia.
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